fbpx

CYBERBULLYING Y LA PANDEMIA DEL COVID 19

 en la categoría Modalidades de bullying

La tecnología ha brindado la posibilidad a niños y adolescentes de interactuar, comentar y compartir información de forma masiva con cientos y en ocasiones miles de personas a una edad en la que no necesariamente tienen la madurez para desarrollar relaciones en forma sana, segura y responsable. Con el auge de las redes sociales pueden pasar horas frente a una computadora sin darse cuenta. Las utilizan para conocer nuevos amigos, comunicarse y organizar parte de su vida social.  Para lograrlo, en ocasiones ponen a disposición toda clase de información de su vida personal o familiar sin dimensionar las consecuencias, exponiéndose ellos mismos y probablemente a sus familias a grandes riesgos como serían extorsión, chantaje o violencia emocional.

Las TICS o tecnologías de la información y comunicación, también pueden ser utilizadas como un medio para causar un daño a otros de una manera intencional, repetida y hostil. 

El cyberbullying puede ser complementario o independiente del bullying tradicional. Cualquiera puede ser acosado o acosador. En este tipo de situaciones la posibilidad del anonimato empodera a los agresores, quienes pueden ser desconocidos al usar identidades falsas, o bien personas cercanas a la víctima de quienes jamás se sospecharía.

El estudio de la ONG International “Bullying Sin Fronteras” para América Latina y España realizado entre enero 2019 y enero de 2020, reveló que durante la pandemia del Covid 19, el 33 % de los niños y adolescentes afirmaron haber sido víctimas de cyberbullying. 

Esto no es de extrañarse, ya que millones de niños y jóvenes de todo el mundo pasaron horas frente a sus computadoras o teléfonos inteligentes con poca o nula supervisión, motivándose así el acoso cibernético como una manera de mitigar su aburrimiento o externalizar su ansiedad.

Además, durante las situaciones de encierro, los familiares eran los únicos que podían detectar si algún niño era víctima de este problema. Según Diana Díaz, directora del teléfono de la Fundación Anar (citado en InfoLibre, 2020), los niños suelen tardar entre 13 y 15 meses en contar que sufren maltrato. Otro factor importante es que los síntomas de tristeza, ansiedad o angustia que los padres percibían en sus hijos, los atribuían en algunos casos al confinamiento, sin darse cuenta  que pudieron deberse a que estaban siendo acosados. Las consecuencias del cyberbullying pueden llegar a ser serias y se prolongan en el tiempo. Éstas combinadas con la dinámica de tensión vivida en el confinamiento se agravan aun más.

En México ocho de cada diez niños sufren todos los días algún tipo de acoso y los casos continúan en aumento.  De los 40 millones de alumnos de primaria y secundaria del país, 28 millones son víctimas de bullying o cyberbullying. En 2019 una publicación de El Economista reportó que 17 % de los mexicanos que utilizan internet han sido víctimas del cyberbullying al menos una vez al año, además de que casi la mitad de los jóvenes en México han experimentado cyberbullying en algún momento en su vida (García, A, 2019).

Sin duda, las experiencias vividas y por vivir durante esta pandemia como lo son el aislamiento, la angustia, la enfermedad, la muerte de seres queridos y  las pérdidas socioemocionales, ente otras, han afectado de manera importante el desarrollo las relaciones sociales entre los alumnos y en algunos casos se ven también reflejadas en un bajo desempeño académico. Las escuelas se están enfrentando a un regreso a clases presencial con altos niveles de ansiedad e incertidumbre, no solamente por parte de los alumnos, sino por parte de toda la población educativa.

Al ser este un nuevo y desconocido reto, resulta prioritario que las autoridades escolares y los docentes, tomen medidas preventivas y pertinentes, que estén informados y preparados para primero, reconocer estas emociones y posteriormente saber cómo manejarlas.

La negación de la existencia del bullying y el cyberbullying, sumada a la esperanza de que desaparecerá por sí solo, o a través de estrategias aisladas, no solamente es ingenuo, sino también peligroso. 

El fenómeno del bullying es complejo y en ocasiones difícil de manejar. Su prevención y control debe basarse en una serie de estrategias por parte de un equipo profesional, integral informado y preparado para obtener resultados exitosos. 

Si lo que buscas es un manejo profesional e integral de esta problemática, no dudes en contactarnos.

 

Últimas publicaciones
modalidades